Beneficios del yoga facial

 Así como el movimiento es necesario para nuestro cuerpo, también es necesario para la cara, cuyos músculos nunca se ejercitan, solo cuando comemos movemos el músculo masticatorio. Entrenar los músculos faciales no es menos importante que entrenar los músculos del cuerpo.  Podemos cambiar nuestros rasgos faciales de la misma manera en la que cambiamos la forma de nuestro cuerpo en el gimnasio. Eso sí, en el marco del esqueleto que nos dio la naturaleza, o hablando específicamente del rostro, en el marco del cráneo. La mayoría de los músculos de la cabeza (los llamados músculos faciales), a diferencia de los músculos del cuerpo, tienen una característica importante: no mueven las articulaciones ni los huesos. La excepción es un pequeño grupo de músculos de la masticación (masetero, temporal, músculos pterigoideos lateral y medial), que mueven la mandíbula inferior. Solo estos músculos están unidos a los huesos de la misma manera que los otros músculos del torso, en ambos extremos.

  La piel es la más alejada de los órganos vitales, por lo que es la última en recibir nutrición “desde el interior”. Esto puede explicar el rápido envejecimiento de nuestra piel que es visible a simple vista. Después de todo, la nutrición innata "desde adentro" no es de ninguna manera comparable a nuestros esfuerzos para alimentarla "desde afuera" con varias cremas, sin importar cuán buenas y caras sean. Solo los capilares pueden proporcionar nutrición "interna" a la piel con plasma sanguíneo, saturarla con todo el complejo de nutrientes y oligoelementos. Solo ellos crean las condiciones para que la linfa y la sangre proporcionen a nuestra piel facial un equilibrio de nutrientes con el que los creadores de las cremas más caras solo pueden soñar.

   Los músculos son el único órgano de nuestro cuerpo que puede rejuvenecer: si entrenamos un músculo viejo, sus parámetros pronto se acercarán a los parámetros de un músculo joven. Con Yoga facial restauramos los músculos faciales, actividad capilar, y al mismo tiempo el aporte sanguíneo de todos los nutrientes programados por la naturaleza, y aseguramos una actividad constante para que los músculos estén siempre jóvenes, los ligamentos elásticos y la piel saludable.

   Al restaurar el corsé muscular, la sangre fluye libremente y más rápido en los capilares, la piel se estira, su color mejora, la arruga se alisa y visualmente las arrugas se vuelven mucho más pequeñas.